IMPLANTANDO LA VISION DE REINO,
HONRANDO A DIOS CON NUESTRO CUERPO
Al leer el primer libro de la Biblia, podemos observar en los primeros capítulos, acerca de la creación y de cómo Dios trabajó durante seis días. Cada día terminaba con una declaración poderosa: “Y todo lo que Dios hizo fue bueno”, es decir, las plantas, los animales, cada sistema marino, espacial, terrestre, fue declarado como perfecto. Pero, no solo se refería a esto, sino también al hombre y a la mujer. Cada parte de su cuerpo, sus órganos internos, también fueron declarados excelentemente perfectos; es decir, que cada célula, cada fluido, la sangre que corre por las venas en nuestro cuerpo, nuestros ojos, nuestra figura, fue hecho desde el vientre de manera perfecta.
Por lo tanto, ¿es posible honrar a Dios a través de nuestro cuerpo, o Dios tan sólo se preocupa de la parte espiritual? Al igual que alguna vez mencionábamos, que la economía va muy de la mano de nuestra relación con Dios, de la misma manera ocurre con nuestro cuerpo, lo que se muestra externamente, déjeme decirle, que es el reflejo de nuestro interior.
¿Qué dice la Palabra de Dios acerca del cuidado de nuestro cuerpo?... ¿La Biblia habla de dietas?
Qué curioso la segunda pregunta, ¿verdad? Dios es tan perfecto que está pendiente de cada detalle para el bienestar de sus hijos, pues Él es un Dios integral, leamos juntos la siguiente historia:
Entonces Daniel hablo con el asistente que había designado por el jefe del Estado Mayor para cuidar a Daniel, Ananías, Misael y Azarías y le dijo: por favor pruébanos durante diez días con una dieta de vegetales y agua. Al cumplir diez días compara nuestro aspecto con los otros jóvenes que comen de la comida del rey. Luego decide de acuerdo con lo que veas. […] al cumplirse los diez días Daniel y sus tres amigos se veían más saludables y mejor nutridos que los jóvenes alimentados con la comida asignada por el rey. Daniel 1: 8-15
Daniel decide no comer la dieta que le ofrecieron, pues está le iba a contaminar. Quizá usted no esté pasando por el gran desafío que tuvo Daniel y sus amigos; sin embargo, esta enseñanza es para reflexionar y preguntarse si todo lo que está entrando a su cuerpo es saludable, o tan solo es comida rápida y nada nutritiva, pues le comento, que le van a pedir cuentas de cómo se alimentó y cuál fue el legado para los suyos.
Posiblemente los resultados de los últimos exámenes dicen: colesterol alto o al contrario anemia, porque se olvida de comer la comida más importante que es el desayuno, no come a la hora del almuerzo, porque todo es más importante que usted y su salud. ¿Sabía que Dios diseño su cuerpo para combatir por sí solo la amenaza de infecciones o enfermedades graves?, pero hasta un punto; pues la buena o mala alimentación dará como resultado final un cuerpo saludable o no. Daniel como estaba con un excelente estado físico y con una nutrición buena, pudo cumplir el propósito de Dios, que fue ser uno de los funcionarios más importantes de Babilonia. De la misma manera usted tiene un propósito por el cual Dios le creo, pero ese plan perfecto se cumplirá en usted, si decide cuidar su cuerpo y honrarlo a Dios. Por otro lado, es una mentira que quien tiene los zapatos más sucios y un aspecto descuidado, es sumamente humilde, hay casos de personas con muy pocos recursos, pero son absolutamente pulcros y cuidados con su aspecto físico, y esto no es vanidad, esto es amor propio. Leyendo estas líneas puedo imaginar las siguientes preguntas: ¿Acaso alguien me enseñó a cuidar mi aspecto físico? ¿No le interesa a Dios más mi corazón? En respuesta a la primera pregunta, si, puede ser posiblemente que en su hogar no tuviera un ejemplo, sin embargo, cuando ya llegamos a tener una edad, en la cual podemos tomar decisiones, es cuando determinamos: lamentarnos de lo que no nos enseñaron, o levantarnos y tomar la identidad que solo Dios nos ha dado a cada uno; con respecto a la segunda interrogante, es verdad que a Dios le interesa el corazón, pero si queremos que el resto de personas vean a Cristo a través de nosotros, entonces que se lleven la mejor impresión, en nuestro trabajo, nuestra casa, etc.
Todo lo que nuestro Señor hizo fue bueno en gran manera, pero es importante que usted se vea de esa manera, cuando toma a Jesús como su identidad¸ el amor propio se convierte en parte de su vida, el cuidado en su cuerpo se reflejará, porque en usted estará la presencia de Dios y como consecuencia, su cuerpo y su rostro reflejará hermosura.
Una oración constate que debemos hacer es: Señor mi vida es tuya, mi cuerpo, mis huesos, cada célula y átomo más pequeño de mi cuerpo, te alaba y siempre te alabará. ¡Amen!
BENDICIONES.
Oremos:
- Para que entendamos el perfecto amor de Dios este unas nuestras vidas.
- Para que podamos perdonar, perdonarnos y poder desarrollar el amor propio.

