Altar Familiar: Semana 20 al 26 de Octubre del 2025

Escrito el 21/10/2025
Ps. Pablo Celi

IMPLANTANDO LA VISION DE REINO A TRAVÉS DE LA HONRA A DIOS


Érase una vez, un anciano que había perdido a su esposa y vivía solo. Había trabajado arduamente como sastre toda su vida; pero los infortunios lo habían dejado en bancarrota, y ahora era tan viejo que ya no podía trabajar. Las manos le temblaban tanto que no podía enhebrar una aguja, y la visión se le había enturbado demasiado para hacer una costura recta. Tenía tres hijos varones, pero los tres habían crecido y se habían casado, y estaban tan ocupados con su propia vida, que sólo tenían tiempo para cenar con sus padres una vez por semana. El anciano estaba cada vez más débil, y los hijos lo visitaban cada vez menos. ¿No quieren estar conmigo ahora, se decía; porque tienen miedo de que yo me convierta en una carga? Se pasó una noche en vela pensando qué sería de él y al fin trazó un plan.

A la mañana siguiente, fue a ver a su amigo el carpintero y le pidió que le fabricara un cofre grande. Luego, fue a ver a su amigo el cerrajero y le pidió que le diera un cerrojo viejo. Por último, fue a ver a su amigo el vidriero y le pidió todos los fragmentos de vidrio roto que tuviera. El anciano se llevó el cofre a casa, lo llenó hasta el tope de vidrios rotos, le echó llave y lo puso bajo la mesa de la cocina. Cuando sus hijos fueron a cenar, lo tocaron con los pies. ¿Qué hay en ese cofre? preguntaron mirando bajo la mesa. Oh, nada respondió el anciano, sólo algunas cosillas que he ahorrado. Sus hijos lo empujaron y vieron que era muy pesado. Lo patearon y oyeron un tintineo. Debe estar lleno con joyas y dinero que ahorró a lo largo de los años susurraron.

Deliberaron y comprendieron que debían custodiar el tesoro. Decidieron turnarse para vivir con el anciano, y así podrían cuidar también de él. La primera semana el hijo menor se mudó a la casa del padre, y le cuidó y le cocinó. A la semana siguiente, lo reemplazó el segundo hijo, y la semana siguiente acudió el mayor. Así siguieron por un tiempo.

Al fin, el anciano padre enfermó y falleció. Los hijos le hicieron un bonito funeral, pues sabían que una fortuna les aguardaba bajo la mesa de la cocina, y podían costearse un gasto grande por el anciano. Cuando terminó la ceremonia, buscaron en toda la casa hasta encontrar la llave, abrieron el cofre y lo encontraron lleno de vidrios rotos.

 

¡Qué triquiñuela infame! exclamó el hijo mayor. ¡Qué crueldad hacia sus hijos!

 

¿Pero qué podía hacer? preguntó tristemente el segundo hijo. Seamos francos. De no haber sido por el cofre, lo habríamos descuidado hasta el final de sus días. Estoy avergonzado de mí

Pero el hijo mayor volcó el cofre para asegurarse de que no hubiera ningún objeto valioso oculto entre los vidrios. Desparramó los vidrios en el suelo hasta vaciar el cofre. Los tres hermanos miraron silenciosamente dentro, donde leyeron una inscripción que el padre les había dejado en el fondo: LA HONRA ES UN REGALO DE DIOS.

¿Qué significa la palabra honra? Significa ser apreciado, valorado, respetado, estimado en el corazón.

Es nuestra prioridad, en nuestro corazón; honrar a Dios en todo lo que hacemos. La honra es el nivel más alto de adoración a Dios.

¿CÓMO HONRAMOS A DIOS? Isaías 29:13-14.

1.Con nuestra boca. En otras palabras, existe una honra solo de labios, esta es una forma de honrarlo con adoración, con acción de gracias por lo que Dios le ha dado y ha hecho.

2.Con nuestra obediencia. Cuando obedecemos lo que Él nos manda, nosotros estamos honrando a Dios.

Este tipo de honra se practica también con nuestros Padres espirituales y naturales.

  • Nuestros Padres. Salmo 133:1-3, Efesios 6:2

  • En el plano espiritual, se ha hecho la siguiente pregunta ¿Por qué unos hijos son más bendecidos que otros? Porque unos honran y otros no lo hacen, y cada uno cosecha lo que siembra.

  • La persona orgullosa no honra a ninguno de los padres. ¿Cuándo fue la última vez que le dijo a su papá o mamá que lo honra, o cuando fue la última vez que hizo una llamada a sus padres para bendecirlos y orar por ellos; por último, ¿cuándo los visitó para invitarles a compartir con usted? PIÉNSELO.

3.Con nuestros bienes naturales. Proverbios 3:9

Muchos tienen las bendiciones retenidas, porque toman el diezmo que le pertenece a Dios y cosas que no son suyas,

Todo lo que usted tomó que no es suyo, se le vuelve agua en su mano. Cuando usted es fiel con el diezmo y le honra a Dios de esta manera, Él le va a bendecir en medio de la crisis, porque Dios honra a los que le honran.

La honra es probada en momentos de crisis, en momentos difíciles de la vida.

 

¿QUÉ SUCEDE CUANDO NO HONRAMOS A DIOS?

No nos familiarizamos con nuestro Padre Celestial, con su presencia, lo tomamos en poco y livianamente; y cuando esto ocurre los cielos se cierran. En Mateo 13:55-58 podemos darnos cuenta que Jesús no fue honrado, no lo valoraron y no lo estimaron en su propia casa, y la consecuencia fue, que no pudo hacer muchos milagros en este lugar. Si solamente le estamos dando gracias y honramos con nuestra boca y no lo honramos, ni con obediencia, ni con nuestros bienes, viene hacer una honra a medias y esto es equivalente a deshonra.